Cualquier manipulación de la matrícula, para dificultar su lectura, se considera una infracción grave. Puede conllevar multas de hasta 6.000 € y pérdida de 6 puntos para el propietario del vehículo.
Como todos sabemos, la correcta legibilidad de la matrícula del vehículo es imprescindible para poder circular. Así lo detalla el artículo 49 del RGV, que establece que todas las placas de matrícula deben corresponder a tipos homologados, conservar su poder retrorreflectante, y ser visibles y legibles. De lo contrario, acarrearán sanciones.
En los últimos tiempos, la Guardia Civil se ha encontrado con algunos casos ‘de película’, como el que hizo público la DGT el mes pasado. Un vehículo fue denunciado en Lugo, Galicia, por circular con un dispositivo que impedía la lectura de la matrícula. Tras las investigaciones llevadas a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), se pudo localizar el vehículo en O Valadouro. Al coche se le había manipulado el portón del maletero para alojar un dispositivo que permitiera ocultar la matrícula ante la presencia de radares o cámaras de tráfico. Se trataba de una persiana eléctrica, controlada mediante un mando inalámbrico y que funcionaba a gran velocidad, lo que le permitía pasar desapercibido cuando era necesario (ver vídeo).
Son numerosos los gadgets procedentes de China en relación a la ocultación de matrículas. Sin embargo, cabe recordar que son artilugios completamente prohibidos, y que, además de ser su uso una infracción grave, las sanciones por llevarlos son mayores que la propia infracción inicial.
Fuentes: Dirección General de Tráfico, diariomotor.com